Es un conjunto de enfermedades
infecciosas producidas por varias especies de bacteria
del género Rickettsia,
transmitidas por la picadura de diferentes artrópodos
como piojos,
pulgas,
ácaros
y garrapatas
que portan diferentes aves
y mamíferos.
El tifus se caracteriza por fiebre alta recurrente, escalofríos,
cefalea
y exantema.
No confundir con la fiebre tifoidea, causada por bacterias del
género Salmonella.
Los síntomas del tifus murino o tifus endémico pueden
abarcar:
Dolor abdominal. Dolor de espalda. Diarrea. Erupción
cutánea roja y sin brillo que comienza en el torso y se disemina. Fiebre
extremadamente alta, entre 40,5 y 41° C (105 a 106° F), que puede durar hasta dos
semanas. Tosecilla, tos seca. Dolor de cabeza. Dolor articular y muscular.
Náuseas. Vómitos. Los síntomas del tifus endémico pueden abarcar:
Escalofríos. Tos. Delirio. Fiebre alta: 40° C (104° F).
Dolor articular (artralgia). Luces que aparecen muy brillantes y pueden
lastimar los ojos. Presión arterial baja. Erupción que comienza en el pecho y
se extiende al resto del cuerpo, excepto a las palmas de las manos y a las
plantas de los pies. Dolor de cabeza intenso. Dolor muscular fuerte (mialgia).
Estupor. La erupción inicial es leve, color rosa y se desvanece al hacerle
presión. Posteriormente las lesiones se vuelven rojo pálido y no se desvanecen.
Las personas con tifus grave pueden también presentar pequeñas áreas de
sangrado dentro de la piel (petequias).
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