Esta teoría aceptada para explicar el origen de
la vida se basa en la hipótesis química expuesta, de forma independiente, por
el ruso A. Oparin (1924) y el inglés
Haldane (1928).
Los gases de la protoatmosfera estaban sometidos
a intensas radiaciones ultravioletas provenientes del Sol y a fuertes descargas
eléctricas que se daban en la propia atmósfera, por efecto de estas energías
esos gases sencillos empezaron a reaccionar entre sí dando lugar a moléculas
cada vez más complejas; al mismo tiempo la Tierra empezó a enfriarse, y comenzó a llover de
forma torrencial y estas lluvias arrastraron las moléculas de la atmósfera
hacia los primitivos mares que se iban formando.
en los mares todavía estaban calientes y esto calor permitió hizo que las moléculas siguieran reaccionando entre sí, apareciendo nuevas moléculas cada vez más complejas. Algunas de esas moléculas se unieron constituyendo unas asociaciones con forma de pequeñas esferas llamadas coacervados, que todavía no eran células.
Este proceso continuó hasta que apareció una molécula que fue capaz de dejar copias de sí misma, es decir, algo parecido a reproducirse. Los coacervados empezaron a mantenerse en el medio aislándose para no reaccionar con otras moléculas, y finalmente empezarían a intercambiar materia y energía con el medio, dando lugar a primitivas células.
Estas primeras células se extenderían por los mares, dando comienzo un proceso que aún sigue funcionando hoy en día, el proceso de evolución biológica, responsable de que a partir de seres vivos más sencillos vayan surgiendo seres vivos cada vez más complejos, y que es la causa de la gran diversidad de seres vivos que han poblado y pueblan actualmente la Tierra, lo que hoy llamamos la biodiversidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario