El coltán no es realmente ningún mineral establecido, por lo tanto no es en sí una materia prima.
"Es un término que no se
utiliza en el lenguaje científico y que responde a la contracción de dos
minerales: la columbita (óxido de niobio con hierro y manganeso) y la tantalita
(óxido de tántalo con hierro y manganeso)", explica Rosario Lunar,
Catedrática de Yacimientos Minerales de la Universidad Complutense.
La explotación de coltán es un recurso estratégico imprescindible en la fabricación de componentes
electrónicos avanzados. El tantalio se usa principalmente en la
elaboración de condensadores. El condensador electrolítico de tantalio
es en la actualidad un tipo bastante común de condensador presente en gran
cantidad de dispositivos electrónicos, como en teléfonos móviles, ordenadores,
pantallas de plasma, cámaras digitales o equipos de alta tecnología como, por
ejemplo, los satélites artificiales. Estos dispositivos son cada vez más
pequeños, delgados y fiables gracias, en gran parte, al uso de los
condensadores electrolíticos SMD de tantalio que han ido sustituyendo
a los condensadores electrolíticos tradicionales.
Aunque la mayoría de los dispositivos electrónicos pueden
funcionar con condensadores electrolíticos normales, los condensadores
electrolíticos de tantalio tienen valores de capacidad eléctrica más
exactos y, en especial, son mucho más pequeños. Esto los hace ideales para las
exigencias actuales de miniaturización de los dispositivos electrónicos. La
gran demanda de estos condensadores ha elevado el precio del tantalio. Un
condensador de tantalio cuesta más que un condensador electrolítico normal de
las mismas características.
La explotación del coltan, especialmente en Congo, ha
ocasionado diversas polémicas sobre las posibles consecuencias a nivel social y
ambiental. La explotación de este recurso ha alimentado conflictos armados
entre facciones locales, apoyadas, en algunos casos, por gobiernos extranjeros
como el de Uganda. Esto plantea un dilema moral similar al de la
comercialización de diamantes de guerra. Otras preocupaciones derivadas de
la extracción del coltán pasan por la explotación laboral de los trabajadores
que participan en la misma o la destrucción de ecosistemas, pues los
principales yacimientos coinciden con los hábitats de gorilas en peligro
de extinción.
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